La Ermita de San Sebastián y San Ildefonso, de estilo mudéjar, se encuentra cerca de Alcolea, rodeada de olivos centenarios. Construida entre 1702 y 1709, cuenta con un pequeño campanario añadido en 1720. Destaca por su nave decorada con frescos de los Santos Apóstoles y un hermoso camerino, así como otras dependencias anexas que podrían haber sido utilizadas como casa del ermitaño y sacristía.
La Ermita de San Sebastián y San Ildefonso, situada en las cercanías de Alcolea, es una joya arquitectónica de estilo mudéjar que data de los primeros años del siglo XVIII. Ubicada junto al antiguo camino de Ugíjar, rodeada de imponentes olivos centenarios, esta ermita es un punto de referencia histórico y cultural en la región.
Construida entre 1702 y 1709, la ermita presenta una nave principal decorada con frescos que representan a los Santos Apóstoles, así como un hermoso camerino y otras dependencias adicionales en la parte izquierda, que probablemente hayan servido como residencia del ermitaño y sacristía. El pequeño campanario, añadido en 1720, completa la estructura de esta encantadora ermita.
A lo largo de los años, la ermita ha sufrido períodos de abandono y deterioro, afectada por las inclemencias del tiempo y el descuido humano. Sin embargo, en 1998, gracias a la iniciativa de varios vecinos y el apoyo del ayuntamiento local, se llevaron a cabo obras de restauración para preservar su valor histórico y cultural. Se espera que estas obras finalicen en breve, con el objetivo de devolver a la ermita su esplendor original.
Además de su uso religioso, la ermita se utilizará como espacio cultural, albergando exposiciones, conferencias y otras actividades culturales. También se prevé su uso como Oficina de Turismo, contribuyendo así a promover el patrimonio cultural de la región y atraer visitantes a Alcolea y sus alrededores.