La iglesia de San Isidoro en Chirivel, construida a finales del siglo XIX, presenta un estilo neoclásico-historicista. Aunque sufrió una reforma desafortunada en la década de 1970, fue remodelada en 2011 y alberga un valioso lienzo atribuido a Luis Tristán.
La iglesia de San Isidoro, erigida en Chirivel a finales del siglo XIX, fusiona elementos neoclásicos e historicistas en su arquitectura. Inicialmente concebida según el diseño de Ortiz de Villajos en 1865, esta estructura de tres naves, acompañada por una torre adosada en su lado norte, fue concebida como un punto de referencia en el paisaje urbano de la localidad. Sin embargo, una desafortunada reforma realizada en la década de 1970 afectó su integridad arquitectónica al eliminar encuadramientos y molduras que completaban su composición historicista. A pesar de ello, una última remodelación en 2011 restauró parte de su esplendor original, devolviéndole su majestuosidad. Dentro de sus muros, la iglesia guarda un lienzo atribuido a Luis Tristán, discípulo de El Greco, que añade un valor artístico significativo a este lugar de culto. Además, la historia de la iglesia se entrelaza con la devoción a la Virgen del Rosario, patrona de Chirivel, cuya imagen regresó al templo parroquial en 2012 después de un largo período en custodia privada, sometida a una cuidadosa restauración para recuperar su esplendor original.