La Iglesia Nuestra Señora de los Dolores, construida entre 1816 y 1870, presenta características neoclásicas y una estructura que se asemeja a una catedral. Destaca por su planta de cruz latina, dos naves laterales y una bóveda de cañón con cúpula en el crucero. En el exterior, cuenta con tres puertas de entrada, dos torres prismáticas y un pórtico con arquerías de medio punto.
La Iglesia Nuestra Señora de los Dolores, erigida entre 1816 y 1870, es una obra arquitectónica que fusiona elementos neoclásicos con una imponente estructura que recuerda a una catedral. Su planta de cruz latina, con dos naves laterales, y una majestuosa bóveda de cañón coronada por una cúpula en el crucero, reflejan la grandiosidad de su diseño.
En el exterior, la fachada está marcada por tres puertas de entrada, siendo la principal ubicada al pie del templo, flanqueada por dos torres prismáticas de base cuadrada. Estas torres, de tres cuerpos, alcanzan una altura de 22 metros y están adornadas con ventanas en arco de medio punto y circulares.
El pórtico, situado entre las torres, ofrece un espacio monumental con arquerías de medio punto sostenidas por pilares de columnas adosadas. Destaca también la presencia de verjas que originalmente estuvieron colocadas en la Iglesia de San Francisco el Grande de Madrid, añadiendo un toque de historia y prestigio al diseño arquitectónico.
En el interior de la iglesia, se encuentran obras de arte significativas, como pinturas procedentes del Museo del Prado. Entre ellas se destacan "La imposición de la Casulla a San Ildefonso" de Antonio Lanchares, discípulo de Zurbarán, así como un cuadro de Santa Teresa de la Escuela Sevillana y otro de San Juan Bautista, enriqueciendo el espacio sagrado con su valor artístico y religioso.
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