El Charcón del Buey, en Laroya, destaca como un enclave mágico con una impresionante caída de agua de más de diez metros, parte de los afluentes del río Almanzora. Este paisaje de valles y escarpadas lo convierte en un destino ideal para amantes de la naturaleza y deportes de aventura, como senderismo, ascensión, rapel y escalada.
Con fuertes vínculos con la extracción de mármol, Laroya, de raíces árabes, ostenta una historia que se remonta a Al-Andalus, destacando en la comarca del mármol. Aunque nombrada ciudad por los Reyes Católicos en 1501, la Guerra de las Alpujarras y la emigración en los años 60 y 70 han dejado su marca en la población.Laroya, hogar del encantador Charcón del Buey, impresiona con su caída de agua y terreno ideal para deportes de aventura. Su historia, desde Al-Andalus hasta la concesión de ciudad en 1501, está marcada por la Guerra de las Alpujarras y la emigración de los años 60 y 70. Vínculos con la extracción de mármol y tradiciones arraigadas, como las cuartetas en el Domingo de Resurrección, dan forma a la identidad de esta localidad que ha resistido el paso del tiempo.