- Almería |
Olula del Río
Salida de Olula Del Río en el Valle del Almanzora. En breve en Macael, donde comienza en el mismo pueblo una tremenda subida. Un buen tramo por carretera en mal estado que se utiliza para rallies y para las canteras de la zona. Subimos y subimos para entrar de últimas en la carretera que lleva a la costa, a la capital Almeria. Algo de tráfico y sin mucho valor coronamos el Collado Del Río. Luego toca bajar hasta un cruce donde por fin dejamos la Carretera Nacional. En un momento cambia todo. Un primer pueblecito y luego Tahal, con su torre árabe en el centro del pueblo y todo tan cuidado. El silencio se impone y la dulzura de la cultura andaluza lo impregna todo, y así seguimos por el resto de la jornada, recorriendo paisajes desoladores y pueblecitos con muchísimo encanto. Rápido entramos en Alcudia de Almonacid en el mismo valle, y más allá Benitagla con su iglesia de juguete levantada en el año de la caída de Granada en manos cristianas, y Benizalón, donde hincamos el diente y nos preparamos para subir el Puerto de Toril. Una vez ganado éste caemos por la cara sur de la Sierra de los Filabres. Estamos en los campos de Uleila, con sus olivos tan bien alineados. La bajada del puerto por carretera de ensueño y luego de llanear un rato entramos en Ulaila, donde comienza la larga y tendida subida al Puerto de la Virgen. Llevamos kms y kms sin cruzarnos apenas algún coche por paisajes alejados del mundo. En la bajada de golpe aparece ante nosotros una enorme montaña de granito. Cantera abierta al cielo desde su base hasta lo más alto. Y al acercarnos desde las alturas vemos el bello pueblo de Cóbdar a sus pies. Seguimos y seguimos bajando hasta entrar en él. Paseamos luego el valle por el que sin duda en algún momento del año corre el agua. Todo el desierto a nuestro alrededor y el hilo de chopos con sus hojas amarillas sin caer en este otoño africano. De nuevo venga a subir entramos en los valles de Chercos y todas sus pedanías, un oasis en medio de tanta desolación. Y al salir de él siempre en subida conectamos con la Nacional que une la costa con Macael. La carretera rápida y los coches como cohetes, el potente descenso con el viento en la cara, peligro peligro. Cuando entramos de regreso en Olula Del Río respiramos tranquilos.