Almerimar-Faro del Sabinar (R.N. Punta Entinas-Sabinar)

Ruta de alto valor medioambiental realizada el pasado 14 de diciembre que discurre por el Paraje Natural Punta Entinas-Sabinar. 

El Paraje se extiende a lo largo de una franja de aproximadamente un kilómetro de anchura, entre la línea de costa y los relieves de los Alcores. Es un ecosistema donde se combinan cuatro ambientes diferentes: playas arenosas, sistemas de dunas (uno de los mejor conservados de la Península) fijadas por matorral mediterráneo, zona de salinas y pequeñas charcas que sirven de abrigo a una rica comunidad de aves acuáticas y son zona de escala de numerosas especies en sus viajes migratorios. 

La vegetación existente se ha adaptado a las especiales condiciones de este medio: suelos arenosos, altas temperaturas, escasez de agua y elevadas concentraciones salinas; ejemplo de ello es la azucena marina, que destaca por sus flores blancas recubiertas de pelillos para reflejar los rayos solares, evitando con ello la pérdida de agua. 

El borde exterior de las playas está colonizado por el barrón que, con sus raíces, asienta la planta evitando el movimiento de la arena, permitiendo así que especies como la sabina negra, el lentisco, el espino negro y las pitas fijen definitivamente el sustrato en zonas más interiores. Al apreciar esta sucesión, se comprende el proceso de formación de un ecosistema de dunas fósiles como el de Punta Entinas-Sabinar, donde abundan los reptiles como la culebra bastarda y la de herradura o el lagarto ocelado. Se pueden identificar otras especies interesantes como la Gaviota de Audouin, cuyas escasas colonias se encuentran en lugares apartados de la presión antrópica. 

Las salinas tienen un cinturón de vegetación de con carrizo y taraje que alberga abundante avifauna, como la elegante garza real que permanece inmóvil a la espera de que algún pez pase cerca para arponearlo con su largo pico, y el pato cuchara que debe su nombre a la forma de su enorme pico. Es en el Charcón del Flamenco, entre eneas y carrizos, donde estas peculiares aves construyen sus nidos de barro, cuya puesta consta de un solo huevo. 

Este humedal litoral se alimenta por las aguas de drenaje de la cuenca vertiente, descargas del acuífero de las calcarenitas y depósitos sedimentarios de la cuenca, y por infiltraciones de agua de mar. 

Los Charcones de Punta Entinas fueron declarados como Paraje Natural mediante la Ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección (BOJA núm. 60, de 27/07/1989); y también es, desde este mismo año, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), y se encuentra propuesto como Lugar de Interés Comunitario (LIC). 
Este espacio natural incluye en su interior una Reserva Natural del mismo nombre. 

El recorrido que nosotros realizamos parte de la localidad de Almerimar que pertenece al municipio de El Ejido. 
En un primer tramo transita por una zona abierta entre Los Alcores y el mar para, posteriormente, a partir de la Puerta de Villalobos, discurrir junto a los invernaderos por el Camino Viejo de Guardas Viejas a Roquetas. Este tramo corresponde al GR-92 E-10, Sendero Europeo (Báltico-Mediterráneo) que pretendía unir Tarifa (Cádiz) con Rusia y Finlandia. Gran parte de su trayecto no se encuentra señalizado, aunque Almería es actualmente la provincia con mayor número de kilómetros que sí lo están. 

La mañana se nos presentó lluviosa con un día tristón. No encontramos en nuestro tránsito ninguno de los invernaderos con la adecuada canalización del agua recogida en las cubiertas, lo que motivó que el camino estuviera anegado de agua. Esta circunstancia imprevista ralentizó enormemente el ritmo del grupo hasta el punto de quedar dividido entre a los que no nos importaba empaparnos los pies y a los que sí, que hubieron de darse la vuelta. 

Muy próximas a la línea de invernaderos se localizan las ruinas del antiguo Cuartel de la Guardia Civil Príncipe Alfonso, cuya rehabilitación como centro de visitantes del Paraje y Reserva sigue insensiblemente paralizada por cuestiones burocráticas lamentables. 

Novecientos metros más adelante efectuamos un decidido giro a derechas para atravesar la Salina de Cerrillos y disfrutar de su fauna, flora y colores, antes de llegar al Faro de Punta Entinas, que se construyó con los sillares de otro que se tragó el mar en 1915. Sus 32 metros de altura quedan protegidos por la respetable distancia de 300 metros hasta la orilla y por una duna repoblada con pinos, lentiscos y sabinas. 
El retraso sufrido al tener que ir sorteando, cuando se pudo, las grandes extensiones de agua sobre el camino, impidió haber podido completar el itinerario previsto hasta las urbanizaciones de Roquetas de Mar, lo que dejamos pendiente para futuras fechas. 

Toda esta zona está sometida a una gran presión, por la agricultura intensiva de invernaderos que la rodea y también por la construcción de urbanizaciones que cada vez van ocupando mayores extensiones. El alto interés faunístico, botánico y paisajístico del Paraje hace de esta ruta un paseo imprescindible para los amantes de la naturaleza, que debemos realizar con mucho respeto dada la vulnerabilidad del entorno, por lo que es muy importante no transitar fuera de los senderos, pasar lo más desapercibido posible y no arrojar basura.