La Balsa de Alicún ha sido testigo de la evolución histórica del pueblo. Originariamente una terma romana, este lugar fue vital para el asentamiento inicial. Posteriormente, los musulmanes lo utilizaron como baños termales, mencionados por el geólogo Idrisi.
Junto a la balsa se encuentra un minarete que antes fungía como torre de reloj, un elemento crucial en la vida pasada de Alicún. Bajo el minarete, se hallan los baños árabes conocidos como baños huecijanos. Al otro lado, la balsa-nacimiento ha sido la fuente histórica de agua para los baños termales. Una antigua torre de reloj, al fondo de la balsa, guiaba la vida de la población, y su exploración revela la rica historia de Alicún.
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