El Puente de Gérgal, una imponente estructura construida entre finales del siglo XIX y principios del XX, representa una destacada obra de ingeniería. Iniciada en 1880, la construcción experimentó un retraso de 28 años debido a complicaciones relacionadas con los terrenos necesarios. Finalmente, bajo la dirección del Ingeniero José Molero Levenfeld, se completó en 1908, destacando por su diseño arquitectónico y funcionalidad.
El Puente de Gérgal, erigido con piedra y grandes bloques, es un testimonio duradero de la maestría ingenieril de la época. Su estructura comprende un arco central sobre la Rambla de Gérgal y dos arcos secundarios, diseñados para controlar el caudal de agua durante las antiguas tormentas estivales. Este fenómeno, conocido como "ha salido la rambla", generaba un espectáculo natural que atraía a los habitantes locales. El puente se mantiene en perfecto estado, recordando su relevancia histórica y su impacto en la comunidad de Gérgal.