La Torre Fortificada de Balerma, del siglo XVIII, forma parte del sistema defensivo de Carlos III en la costa de Granada. Con escalera de mampostería y puente levadizo en 1803, albergaba a dos torreros. En 1849, dañada, los ocupantes vivían en chozas. Función: proteger la costa entre las torres de Cerrillos y el fuerte de Guardias Viejas.
La Torre Fortificada de Balerma, ubicada cerca del núcleo urbano de Balerma, forma parte de un sistema defensivo vinculado al Reglamento de Carlos III para la protección costera del Reino de Granada. Construida a mediados del siglo XVIII, se mencionaba en 1803 una escalera de mampostería y un puente levadizo para el acceso. En la parte superior, alojaba a dos torreros y un cabo, pero en 1849, debido al deterioro arquitectónico, los torreros residían en chozas cercanas. La planta baja almacenaba suministros para su función de proteger la zona costera entre la torre de los Cerrillos y el fuerte de Guardias Viejas.