Basílica de Nuestra Señora de las Mercedes

La Basílica de Nuestra Señora de las Mercedes, ubicada en el centro del pueblo, es un monumento arquitectónico de gran importancia histórica y religiosa. Su construcción se inició en 1767 por orden del X Marqués de los Vélez, Antonio Álvarez de Toledo, y se completó en 1779 bajo el mandato de su hijo. Este magnífico templo, elevado al título de Basílica Menor en 1882 por el Papa León XIII, ha sido testigo de los avatares de la historia, sufriendo daños durante la Guerra de la Independencia y la Guerra Civil.

La basílica es un ejemplo notable del barroco tardío, con una estructura de planta cruciforme compuesta por tres naves separadas por arcos sobre pilares. La cabecera del templo es recta, mientras que la nave central y los brazos del crucero están cubiertos por bóvedas de medio cañón con lunetos y arcos fajones. Las naves laterales presentan bóvedas de arista.

Uno de los aspectos más destacados de la Basílica de Nuestra Señora de las Mercedes es su capilla mayor, donde se encuentra una impresionante pintura mural que enmarca el camarín de la Virgen. Esta obra, realizada por el pintor Pedro Cervantes en 1960, constituye un magnífico retablo que realza la belleza y la importancia espiritual del templo.

En 1999, la basílica fue declarada Bien de Interés Cultural, reconociendo su valor arquitectónico e histórico para la comunidad. A finales del siglo XX, el templo experimentó una importante restauración que permitió preservar su esplendor y asegurar su legado para las generaciones futuras. Los visitantes pueden disfrutar del acceso gratuito a la basílica, que está abierta en horario de culto y se encuentra en la Plaza Constitución 1D, en el corazón del pueblo.