El Castillo de Tahal, de origen cristiano del siglo XV, destaca por su gran torre cuadrangular, conocida como Torre del Homenaje, y algunos elementos defensivos conservados, como el talud y las almenas. Esta fortaleza desempeñó un papel breve pero importante durante la guerra de los Moriscos entre 1568 y 1570.
El Castillo de Tahal, erigido en el siglo XV como una fortaleza cristiana, se caracteriza por su gran torre cuadrangular, la Torre del Homenaje, que originalmente se encontraba en el centro de un cuadrado fortificado con torres circulares en cada esquina. Esta estructura superpuso una posible fortificación islámica anterior.
La Torre del Homenaje, un edificio exento de planta rectangular con cuatro fachadas de mampostería, presenta pequeñas ventanas irregularmente distribuidas y escasas almenas puntiagudas en su coronación. Reforzada con maderas empotradas y probablemente rematada con una capa de yeso, se levanta sobre un basamento de muros en talud. Aunque la cubierta ha desaparecido, la estructura sigue siendo impresionante.
Durante la guerra de los Moriscos entre 1568 y 1570, el Castillo de Tahal jugó un papel breve pero significativo en la defensa de la región. Interiormente, se divide en tres plantas, cada una con cuatro estancias, formadas por dos muros en cruz en el centro de la planta rectangular. Aunque los forjados y los dinteles de los huecos han desaparecido en su mayoría, aún se conservan grandes paños revestidos de mortero de cal en el interior.
Junto a la Torre del Homenaje, en el lado noroeste, se pueden observar restos de otra torre más pequeña de planta circular, que formaba parte del recinto murado que protegía la fortaleza. Además, se ha descubierto un aljibe sobre el basamento, lo que sugiere la importancia estratégica del lugar en épocas pasadas.