La Plaza de la Constitución de Benizalón, desde su fundación en 1881, se presenta como un escenario nostálgico de tiempos pasados.
Una antigua escuela, ahora desierta por falta de niños, y casas alineadas aguardan ansiosas la llegada de nuevas festividades y rostros, alimentando la esperanza de revivir el esplendor de la Danza de los Pastores, un auto sacramental breve organizado por los vecinos. Las calles empedradas, estrechas, limpias y cuidadas, entre fachadas de cal blanca, narran una historia rica en creatividad y poesía. Lugares emblemáticos como La Tejera, La Fuente, La Estación, Oficiales, Castillico, La Carrera, Las Pequeñicas y el Toril, se entrelazan formando un tapiz de tradición y sueños que no se pierden, sino que aguardan el resurgir de la alegría infantil y juvenil.