Iglesia de Santa María de la Cabeza

La Iglesia Parroquial de Santa María de la Cabeza, erigida en el siglo XVI en el año 1505, fue concebida como el principal lugar de culto del pueblo y uno de los primeros santuarios edificados en la zona tras la conquista de los Reyes Católicos. Originalmente dedicada a la Concepción, esta iglesia ha sido testigo de diversos episodios históricos a lo largo de los siglos.

Durante la Guerra Civil Española, el 31 de julio de 1936, el templo fue saqueado y clausurado por milicianos locales, sufriendo daños y pérdidas irreparables en su interior. A pesar de estos contratiempos, la iglesia fue objeto de mejoras y decoraciones en los siglos XVIII y XIX, que contribuyeron a su esplendor arquitectónico y religioso.

La estructura de la iglesia es sencilla y clásica, destacando una torre adosada a la fachada principal, la cual está adornada por un reloj que marca el paso del tiempo en la comunidad. En su interior, se encuentra la venerada imagen de la Virgen de la Cabeza, patrona de Antas, una obra tallada en madera de roble por el escultor Pedro Ruiz de Vitoria. Esta imagen sustituyó a una anterior, atribuida a Salzillo, que lamentablemente fue destruida durante la Guerra Civil, aunque el Niño Jesús que acompañaba a la Virgen logró ser salvado y hoy reposa nuevamente en los brazos de su madre.

Más recientemente, en los años 2012 y 2017, el Ayuntamiento de Antas y la iglesia firmaron acuerdos para llevar a cabo un proyecto de recuperación y restauración del lugar. Estas obras incluyeron el reforzamiento de las bases de la nave principal y la capilla, el cuidado de las paredes, la sustitución de la cubierta y de piezas de cerámica y mármol, así como el pintado del inmueble. El resultado fue la reapertura de la iglesia en 2018, una vez concluidas las reformas, marcando un nuevo capítulo en su historia centenaria.

Hoy en día, la Iglesia Parroquial de Santa María de la Cabeza continúa siendo un punto de referencia espiritual y cultural en la comunidad de Antas. El acceso al lugar es gratuito y está abierto durante el horario de culto, brindando a los visitantes la oportunidad de admirar su belleza arquitectónica y religiosa, así como de sumergirse en su rica historia.