El mirador del valle del Andarax en Instinción ofrece impresionantes vistas panorámicas del pueblo y el valle circundante. Se accede por una senda peatonal empinada o por una pista terriza desde la carretera A348. El mirador circular cuenta con suelo de piedra, vallas de madera y una pequeña ermita en el centro, rodeada de pinos. Es un lugar bien conservado y que vale la pena visitar.
El mirador del valle del Andarax en Instinción proporciona una experiencia única para aquellos que desean contemplar la belleza natural de la región. Desde el pueblo, se puede ascender por una senda peatonal empinada, lo que brinda la oportunidad de disfrutar de un tranquilo paseo mientras se admiran las vistas del valle y sus alrededores. Alternativamente, una pista terriza en buen estado, accesible desde la carretera A348, permite subir en vehículo hasta una explanada a 50 metros del mirador.
Una vez en el mirador, se encuentra un espacio circular con suelo de piedra y vallas de madera que ofrecen seguridad sin obstaculizar las vistas. En el centro destaca una pequeña ermita de cúpula roja, rodeada de pinos que añaden un ambiente sereno al lugar. El mirador se encuentra en buen estado de conservación, lo que permite a los visitantes disfrutar plenamente de la experiencia.
Las recomendaciones de los visitantes subrayan la tranquilidad y la belleza del lugar, haciendo hincapié en la posibilidad de relajarse y disfrutar de un bonito atardecer. Además, su proximidad a Almería y Canjayar lo convierte en una opción ideal para escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar de aire fresco y actividades al aire libre. En resumen, el mirador del valle del Andarax en Instinción es un destino recomendado para quienes buscan una experiencia tranquila y en contacto con la naturaleza.