Ermita de los Desamparados

La ermita es un edificio de singular importancia arquitectónica, compuesto por una nave rectangular y una capilla mayor claramente diferenciada. A lo largo del tiempo, la nave ha perdido su armadura, dejando al descubierto la estructura interna, mientras que el presbiterio todavía conserva su cúpula sobre pechinas y una decoración de estuco que refleja la belleza y el esplendor de épocas pasadas.

Los muros de la nave y la capilla mayor están construidos con cajones de mampostería entre rafas y cintas de ladrillo, lo que confiere a la estructura una solidez y resistencia características. Además, los restos de una construcción anexa, posiblemente la casa del ermitaño, muestran un cambio en los materiales utilizados, sustituyendo la mampostería por tapial.

La presencia del arco triunfal se manifiesta al exterior a través de contrafuertes de ladrillo, que dan testimonio de la grandiosidad y la belleza de la ermita. Este edificio religioso, más allá de su función espiritual, es también un monumento arquitectónico que refleja la historia y la cultura de la comunidad que lo rodea.